- R = la tasa de nacimiento de estrellas en la Via Láctea, es decir, cuantas estrellas nacen por año,
- fp = la fracción de esas estrellas que tienen planetas a su alrededor,
- ne = el número promedio de planetas adecuados para la vida en un sistema solar típico,
- fl = la fracción de esos planetas en los que se forma la vida,
- fi = es la fracción de los planetas en los que se forma la vida donde la evolución biológica produce especies inteligentes,
- fc = la fracción de esas especies inteligentes que desarrollan capacidad de comunicación entre estrellas (interestelar) via radio comunicaciones,
- T = tiempo de vida promedio de una civilización capaz de comunicación interestelar.
¿Cuántas civilizaciones existen en nuestra galaxia con las que nos podamos comunicar? La pregunta es peliaguda y da pié a largas elucubraciones. Por suerte, el radioastrónomo Frank Drake, padre del proyecto SETI (no confundir con el pirata esclavista inglés), nos dio una pauta de cálculo para mesurar, de una forma ficticia, eso sí, la cantidad de civilizaciones inteligentes activas actualmente en la Vía Láctea.
La ecuación de Drake, aunque aparente ser un poco complicada, en realidad consiste en multiplicar diversos valores estimados. Se trata de una ecuación basada en productos, en realidad una serie de filtros que van reduciendo posibilidades, partiendo de lo general y llegando a lo particular en lo que a vida inteligente se refiere.
La ecuación no arroja un número exacto. El resultado varía dentro de un gran rango. Y es que desde la fecha de su creación hemos descubierto ciertas cosas que hacen variar el producto. Se han descubierto cientos de planetas extrasolares (ne), hemos detectado agua en el subsuelo marciano y metano en su atmósfera y en la de Titán, un posible mar subterráneo en Encélado y en Europa (fl), material orgánico en nubes interestelares, etc. La tasa anual promedio de formación estelar en nuestra galaxia parece ser de 6, según últimos estudios (R). ¿Conclusión? El número de inteligencias en nuestra galaxia es totalmente incierto, y de momento sólo conocemos una civilización ¿inteligente?: La nuestra. Y queda por ver si sobrevivirá o se autoinmolará en un par de siglos.
Pero, dejando el pesimismo aparte, por lo que parece debe de haber centenares de millones de planetas habitables (habitables según para qué y quién), en los que puedan surgir seres con radiotelescopios y ganas de dejar un comentario en Observatorio (o en este blog) a través de los años-luz. Os dejo con Carl Sagan.