martes, 7 de octubre de 2008

Un apunte de historia de la ciencia: Islam. Por Emilio Silvera

Aunque Bagdad significa “Regalo de Dios”, la ciudad también era conocida como la “Ciudad Redonda” debido a su forma circular. La nueva metrópolis fue construida en cuatro años, labor para la cual, se dice Al-Mansur empleó a unos cien mil trabajadores, artesanos y arquitectos. El gobernante eligió esta ubicación en parte porque era fácil de defender, y en parte porque el Tigris le daba acceso a lugares tan alejados como China y, río arriba, Armenia. Las ruinas de Ctesifonte se convirtieron en la carretera principal para la nueva ciudad.

Los grandes califas de Bagdad fueron el mismo al-Mansur, el segundo califa abasí, Al-Mahdi, el tercero, y Harun al-Rashid (786-809) y su hijo aL-Ma’mun. (Aunque para entonces la ciudad de Bagdad había sido construida hacía relativamente poco tiempo, ya había pasado de casi no existir a ser el centro y un centro mundial de enorme riqueza e importancia internacional, único rival verdadero de Bizancio).

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1 comentario:

kike dijo...

Es sabido que la cultura griega llegó de nuevo a Occidente tras la baja y oscura edad Media a través de los musulmanes, que la habían recogido directamente de los griegos; ya que Occidente se encontraba sumido en la barbarie y la ignorancia, por lo que tenemos una gran deuda con el Islam.

Da pena ver como se encuentra el mundo islámico por el puñetero fundamentalismo y por las ambiciones de algunas potencias; una de las más importantes culturas de la humanidad, que fue ejemplo de permisividad, que destacaron con una refinada cultura y que precisamente en España alcanzó uno de sus hitos más importantes, se encuentra en la actualidad inmersa en una espiral de violencia y luchas tribales que nada bueno les puede dejar (ni a nosotros).