¿Cuándo nació Jesús? ¿Quiénes fueron los Reyes de Oriente? ¿Qué fue la Estrella de Belén?
Mark Kidger, afamado astrofísico, nos invita a reflexionar sobre la realidad detrás del mito en CaosYCiencia.com.
9 comentarios:
Anónimo
dijo...
Otro mito más, de todas formas, poco a poco estan cayendo. Ahora la iglesia, está reivindicando a Galileo, ¡ya era hora!. Y a JORDANO BRUNO, ¿para cuando?, lo veo más complicado, pues a este, lo asesinarón, y no creo que sean capaces de asumirlo. Buenas y venturosas fiestas para las personas que hacen posible esta página.
He aquí un gran desafío para Astrónomos e Historiadores. Transcurridos dos mileniso tras el nacimiento de Jesús, aún no hemos podido averiguar que fue de la Estrella de Belén, aquel "portento celeste" (como lo definió Joannes Kepler) que guió a los Reyes Magos hasta el nuevo rey de los judios.
A lo largo de los últimos 2.000 años, los eruditos han intentado averiguar la verdadera naturaleza del majestuoso acontecimiento astronómico que alumbró una nueva era para la civilización, pero ni siquiera un episodio fundamental de la historia como la natividad de Jesús ha llegado hasta nosotros la información necesaria, lo cual, para algunos, lo hace un hecho más que dudoso. No por el hecho de que Jesús no existiera nunca, sino más bien por la forma en que dicen que vino a este mundo, lo cual, es más un acto de fe que de realidad contrastada.
Se desconoce hasta la fecha exacta de su nacimiento, y, se conservan datos de hechos mucho más antiguos que éste que, teniendo la enorme importancia que tiene, parece que nadie se encargó de datar con la precisión suficiente.
La actual celebración de la Navidad el día 25 de diciembre no se corresponde con la verdadera fecha en la que nació Jesús, puesto quer fue introducida en el siglo IV d.J.C. por el Papa Julio I tras la caída de Roma con el fin de acabar con las tradiciones paganas que desde hacía siglos se celebraban en esa misma época del años, muy próximas al solsticio de invierno.
La incertidumbre acerca de la facha exacta del nacimiento de Jesús ha impedido determinar la naturaleza de la Estrella de Belén, aunque poco a poco si se ha podido ir reduciendo el abanico de opciones posibles, lo que ha permitido, a su vez, descartar numerosos fenómenos celestes que se barajaban en otras hipótesis.
Desde hace pocos años, la teoría de una conjunción planetaria se ha asentado como la más firme candidata para expolicar el origen de la Estrella de Belén, aunque lamentablemente el criterio común sobre ella que comparten muchos investigadores no impide que su base científica sea frágil, puesto que, como el resto de las opciones, se basa en numerosas suposiciones y deducciones sobre fechas y hechos históricos de los que no albergamos todos los testimonios necesarios.
Los documentos en los que aparecen referencias sobre la Estrella de Belén son escasos. En la Biblia sólo el Apostol San Mateos habala sobre ella cuando describe los acontecimientos que rodearon al nacimiento de Jesucristo, y las alusiones son tan escasas que apenas ocupan varios versículos.
En el pasaje sobre "Adoración de los Magos", el evangelio de San Mateo narra que "nació Jesús en Belén de Judá. Y unos Magos venidos de tierra de oriente llegaron a Jerusalen y preguntaron: " Dónde está el rey de los judios uq eha nacido?", pues vimos su estrella en el oriente y venimos a adorarle" Este uy otros pasajes constituyen las principales referencias biblicas acerca de la Estrella de Belén.
Pero la clave del problema está en el s. VI d. C., cuando se abandonó el calendario romano y se adoptó el cristiano merced a las directrices del papa Juan I, que encomendó al MOnge Dionisio el Exiguo que elaborara el nuevo calendario, y este decidió basarlo en el nacimienmto de Jesús. Este monge es considerado por algunos historiadores como uno de los mayores sabios de aquella época, pero se saber con certeza ahora que, cometió varios errores en sus cálculos sobre las fechas, aunque no siquiera los expertos saben con exactitud todos los fallos que ruvo, a excepción de los más importantes.
Lo que ha ocurrido es que, al comprobarse que varios errores importantes en la cadena cronológica, cualquier fecha carece de los necesarios fundamentos para considerarla totalmente fibale. El más garrafal de esos errores, fue sin duda, que pasó por alto el año cero, es decir, que saltó del año I a.J.C. al 1 d.J.C., también hay otros en cuanto a la fecha exacta de la muerte de Heródes que, es importante para datar la muerte de Jesús.
En fin amigos, que todo lo que rodea a las fechas del nacimiento y muerte de Jesús, está algo oscuro, y, en el caso que comentamos, la Estrella de Belén, nadie está muy seguro de nada.
El científico Mark Kidger, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) -no se si lo es aún-, uno de los expertos que ha estuidiado más a fondo esta cuestión en España, de decanta por año 5 a.C. como fecha de la Natividad, pero postula que la conju8nción de Júpiter y Saturno se produjo en el año 7 a.C. y pudo ser para los Yeyes Magos el presagio del acontecimiento divino.
Sin embargo, apunta que la Estrella de Belén propiamente dicha debió de ser una nova aparecida en la constelación del Águila enel año 5 a.C. de la que existe referencias de los astrónomos chinos de la época.
Bueno, podría continuar dando datos de la Estrella de Belén y el galimatias en el que está envuelta, nadie puede dar datos exactos y todos son...me parece...yo creo...es posible.
En el año 2.065, cuatro después de que regrese el comete Halley, se repetirá una conjunción de Júpiter y Venus como la del año 2 a.J.C., y quizá los afortunados observadores que puedan presenciarla (yo espero hacerlo)obtengan a través de sus ojos la respuesta al enigma de la Estrella de Belén.
Todo está confuso, el Halley cruzó la bóveda celeste en el año 12 a.J.C., la Nova registrada por los chinos irrumpió entre las estrellas el año 5 a.J.C., y, en el año 6 a.J.C. Júpiter fue ocultado dos veces por la Luna.
La principal conclusión que puede obtenerse después de un enigma que dura más de dos mil años es que, aunque muchos no hayan reparado en ello,, cualquiera de las respuestas que busca la ciencia conduciría a la otra. Si algún día se averigua la fecha exacta de la natividad, sabremos por fín que fue la Estrella de Belén, y de forma recíproca, si alguien descifra que astros guiaron a los Reyes Magos de Oriente hasta Belén, podremos datar correctamente, por fin, cuando nació Jesus.
Buenas y felices noches en compañía de vuestros seres queridos.
Me parece anecdótico la fecha exacta del nacimiento de Jesús; que nació verdaderamente parece que está confrontado; todo lo demás puede estar envuelto en las brumas de la simbología, de las parábolas y del lenguaje para ignorantes que se utilizaba en aquellas fechas para hacerse entender; no hay que darle mayor importancia. Y con ello ni afirmo ni niego de la existencia real de Jesús como Hijo de Dios.
Lo único que destacaría es que si, tanto siendo Dios u hombre preconizó la igualdad de clases, el pacifismo y la solidaridad, no fue en vano; aunque solamente fuera una idea hizo mucho bien; claro, hasta que los listos de turno vieron el filón que podía representar esa idea y la doptaron para corromperla y utilizarla a conveniencia propia.
No deja de ser curioso que en nochebuena estemos hablando de esta manera; lo escrito escrito está, pero creo que no era el momento oportuno.
Kike, me has dejado un tanto perplejo. No era el momento adecuado para hablar ¿de qué? Si pudieses aclarar ese punto te quedaría agradecido, por que no me queda muy claro a qué te refieres.
Chapu, me refería únicamente a mi comentario; después de escribirlo pensé que en Nochebuena no era el mejor momento de criticar a la religión; tengo todo el año, no es necesario que en una noche tan importante para los creyentes (e incluso para los no creyentes), me dedique a "dar caña".
No sé si me explico, es simplemente que pensé que no era el momento más oportuno; creo que se debe tener al menos un poco de tacto en estas fechas; pero solo refiriendome a mí comentario, que quede claro.
Quizás tengas razón, tenemos todo el año para criticar una religión por lo demás totalmente criticable. Pero creo que no tienes que preocuparte. Este blog no tiene mucha audiencia y estamos entre amigos.
Precisamente en una página de la "Astronomía" de este mes de diciembre, uno de los colaboradores se despacha a gusto.
Viene a decir que tratar de buscar explicaciones científicas a hechos relatados en la Biblia es poco menos que jugar a la numerología. Es decir, siempre se encontrará algo que parezca encajar... pero no deja de ser una falacia. Es lo mismo que cuando se trata de encontrar registros fósiles que permitan justificar algo parecido al diluvio universal, o las plagas de Egipto (por cierto, un documental muy interesante sobre este tema creo que emitido por Discovery...), la mayor parte de las veces justificadas en tal cantidad de casualidades que parecen dificilmente creíbles.
Pensad que los cuatro evangelios admitidos en el Nuevo Testamento son sólo cuatro entre los muchos que, en la actualidad, el Vaticano considera apócrifos. Y los criterios de selección, vistos desde la perspectiva histórica, no dejan de sorprender. En alguno de ellos, la estrella baila, entre en el interior de una cueva... hechos que ya son más difíciles de explicar desde la astronomía. Sin hablar de las traduciones del idioma original a nuestra lengua, donde se pierde GRAN información. O de los últimos pergaminos encontrados y que el Vaticano guarda con "esmero" para que no vean la luz.
Si tenéis a mano un amigo teólogo (que no sea excesivamente ortodoxo) os enteraréis de un montón de cosillas interesantes.
Aquí podemos discutir cualquier cosa no relacionada con la foto del día de Observatorio. Podemos exponer nuestro arte, subir fotos, hacer reseñas de artículos interesantes, publicar nuestros artículos, en fin, cualquier cosa que se nos ocurra.
9 comentarios:
Otro mito más, de todas formas, poco a poco estan cayendo. Ahora la iglesia, está reivindicando a Galileo, ¡ya era hora!. Y a JORDANO BRUNO, ¿para cuando?, lo veo más complicado, pues a este, lo asesinarón, y no creo que sean capaces de asumirlo.
Buenas y venturosas fiestas para las personas que hacen posible esta página.
He aquí un gran desafío para Astrónomos e Historiadores. Transcurridos dos mileniso tras el nacimiento de Jesús, aún no hemos podido averiguar que fue de la Estrella de Belén, aquel "portento celeste" (como lo definió Joannes Kepler) que guió a los Reyes Magos hasta el nuevo rey de los judios.
A lo largo de los últimos 2.000 años, los eruditos han intentado averiguar la verdadera naturaleza del majestuoso acontecimiento astronómico que alumbró una nueva era para la civilización, pero ni siquiera un episodio fundamental de la historia como la natividad de Jesús ha llegado hasta nosotros la información necesaria, lo cual, para algunos, lo hace un hecho más que dudoso. No por el hecho de que Jesús no existiera nunca, sino más bien por la forma en que dicen que vino a este mundo, lo cual, es más un acto de fe que de realidad contrastada.
Se desconoce hasta la fecha exacta de su nacimiento, y, se conservan datos de hechos mucho más antiguos que éste que, teniendo la enorme importancia que tiene, parece que nadie se encargó de datar con la precisión suficiente.
La actual celebración de la Navidad el día 25 de diciembre no se corresponde con la verdadera fecha en la que nació Jesús, puesto quer fue introducida en el siglo IV d.J.C. por el Papa Julio I tras la caída de Roma con el fin de acabar con las tradiciones paganas que desde hacía siglos se celebraban en esa misma época del años, muy próximas al solsticio de invierno.
La incertidumbre acerca de la facha exacta del nacimiento de Jesús ha impedido determinar la naturaleza de la Estrella de Belén, aunque poco a poco si se ha podido ir reduciendo el abanico de opciones posibles, lo que ha permitido, a su vez, descartar numerosos fenómenos celestes que se barajaban en otras hipótesis.
Desde hace pocos años, la teoría de una conjunción planetaria se ha asentado como la más firme candidata para expolicar el origen de la Estrella de Belén, aunque lamentablemente el criterio común sobre ella que comparten muchos investigadores no impide que su base científica sea frágil, puesto que, como el resto de las opciones, se basa en numerosas suposiciones y deducciones sobre fechas y hechos históricos de los que no albergamos todos los testimonios necesarios.
Los documentos en los que aparecen referencias sobre la Estrella de Belén son escasos. En la Biblia sólo el Apostol San Mateos habala sobre ella cuando describe los acontecimientos que rodearon al nacimiento de Jesucristo, y las alusiones son tan escasas que apenas ocupan varios versículos.
En el pasaje sobre "Adoración de los Magos", el evangelio de San Mateo narra que "nació Jesús en Belén de Judá. Y unos Magos venidos de tierra de oriente llegaron a Jerusalen y preguntaron: " Dónde está el rey de los judios uq eha nacido?", pues vimos su estrella en el oriente y venimos a adorarle" Este uy otros pasajes constituyen las principales referencias biblicas acerca de la Estrella de Belén.
Pero la clave del problema está en el s. VI d. C., cuando se abandonó el calendario romano y se adoptó el cristiano merced a las directrices del papa Juan I, que encomendó al MOnge Dionisio el Exiguo que elaborara el nuevo calendario, y este decidió basarlo en el nacimienmto de Jesús. Este monge es considerado por algunos historiadores como uno de los mayores sabios de aquella época, pero se saber con certeza ahora que, cometió varios errores en sus cálculos sobre las fechas, aunque no siquiera los expertos saben con exactitud todos los fallos que ruvo, a excepción de los más importantes.
Lo que ha ocurrido es que, al comprobarse que varios errores importantes en la cadena cronológica, cualquier fecha carece de los necesarios fundamentos para considerarla totalmente fibale. El más garrafal de esos errores, fue sin duda, que pasó por alto el año cero, es decir, que saltó del año I a.J.C. al 1 d.J.C., también hay otros en cuanto a la fecha exacta de la muerte de Heródes que, es importante para datar la muerte de Jesús.
En fin amigos, que todo lo que rodea a las fechas del nacimiento y muerte de Jesús, está algo oscuro, y, en el caso que comentamos, la Estrella de Belén, nadie está muy seguro de nada.
El científico Mark Kidger, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) -no se si lo es aún-, uno de los expertos que ha estuidiado más a fondo esta cuestión en España, de decanta por año 5 a.C. como fecha de la Natividad, pero postula que la conju8nción de Júpiter y Saturno se produjo en el año 7 a.C. y pudo ser para los Yeyes Magos el presagio del acontecimiento divino.
Sin embargo, apunta que la Estrella de Belén propiamente dicha debió de ser una nova aparecida en la constelación del Águila enel año 5 a.C. de la que existe referencias de los astrónomos chinos de la época.
Bueno, podría continuar dando datos de la Estrella de Belén y el galimatias en el que está envuelta, nadie puede dar datos exactos y todos son...me parece...yo creo...es posible.
En el año 2.065, cuatro después de que regrese el comete Halley, se repetirá una conjunción de Júpiter y Venus como la del año 2 a.J.C., y quizá los afortunados observadores que puedan presenciarla (yo espero hacerlo)obtengan a través de sus ojos la respuesta al enigma de la Estrella de Belén.
Todo está confuso, el Halley cruzó la bóveda celeste en el año 12 a.J.C., la Nova registrada por los chinos irrumpió entre las estrellas el año 5 a.J.C., y, en el año 6 a.J.C. Júpiter fue ocultado dos veces por la Luna.
La principal conclusión que puede obtenerse después de un enigma que dura más de dos mil años es que, aunque muchos no hayan reparado en ello,, cualquiera de las respuestas que busca la ciencia conduciría a la otra. Si algún día se averigua la fecha exacta de la natividad, sabremos por fín que fue la Estrella de Belén, y de forma recíproca, si alguien descifra que astros guiaron a los Reyes Magos de Oriente hasta Belén, podremos datar correctamente, por fin, cuando nació Jesus.
¡La estrella de Belén! ¿Qué estrella es esa?
emilio silvera
Buenas y felices noches en compañía de vuestros seres queridos.
Me parece anecdótico la fecha exacta del nacimiento de Jesús; que nació verdaderamente parece que está confrontado; todo lo demás puede estar envuelto en las brumas de la simbología, de las parábolas y del lenguaje para ignorantes que se utilizaba en aquellas fechas para hacerse entender; no hay que darle mayor importancia. Y con ello ni afirmo ni niego de la existencia real de Jesús como Hijo de Dios.
Lo único que destacaría es que si, tanto siendo Dios u hombre preconizó la igualdad de clases, el pacifismo y la solidaridad, no fue en vano; aunque solamente fuera una idea hizo mucho bien; claro, hasta que los listos de turno vieron el filón que podía representar esa idea y la doptaron para corromperla y utilizarla a conveniencia propia.
No deja de ser curioso que en nochebuena estemos hablando de esta manera; lo escrito escrito está, pero creo que no era el momento oportuno.
Kike, me has dejado un tanto perplejo. No era el momento adecuado para hablar ¿de qué? Si pudieses aclarar ese punto te quedaría agradecido, por que no me queda muy claro a qué te refieres.
Un saludo.
Chapu, me refería únicamente a mi comentario; después de escribirlo pensé que en Nochebuena no era el mejor momento de criticar a la religión; tengo todo el año, no es necesario que en una noche tan importante para los creyentes (e incluso para los no creyentes), me dedique a "dar caña".
No sé si me explico, es simplemente que pensé que no era el momento más oportuno; creo que se debe tener al menos un poco de tacto en estas fechas; pero solo refiriendome a mí comentario, que quede claro.
Quizás tengas razón, tenemos todo el año para criticar una religión por lo demás totalmente criticable. Pero creo que no tienes que preocuparte. Este blog no tiene mucha audiencia y estamos entre amigos.
Lo gracioso del tema es que después de tanto tiempo sigamos hablando de ello. Mois, buscaré el documental. Besos
Mois, ¿Quién dice que tu blog no está a la altura? ¿Eh? ¡¡A ver, que dé la cara el que dice tal cosa, si tiene redaños!!
Precisamente en una página de la "Astronomía" de este mes de diciembre, uno de los colaboradores se despacha a gusto.
Viene a decir que tratar de buscar explicaciones científicas a hechos relatados en la Biblia es poco menos que jugar a la numerología. Es decir, siempre se encontrará algo que parezca encajar... pero no deja de ser una falacia. Es lo mismo que cuando se trata de encontrar registros fósiles que permitan justificar algo parecido al diluvio universal, o las plagas de Egipto (por cierto, un documental muy interesante sobre este tema creo que emitido por Discovery...), la mayor parte de las veces justificadas en tal cantidad de casualidades que parecen dificilmente creíbles.
Pensad que los cuatro evangelios admitidos en el Nuevo Testamento son sólo cuatro entre los muchos que, en la actualidad, el Vaticano considera apócrifos. Y los criterios de selección, vistos desde la perspectiva histórica, no dejan de sorprender. En alguno de ellos, la estrella baila, entre en el interior de una cueva... hechos que ya son más difíciles de explicar desde la astronomía. Sin hablar de las traduciones del idioma original a nuestra lengua, donde se pierde GRAN información. O de los últimos pergaminos encontrados y que el Vaticano guarda con "esmero" para que no vean la luz.
Si tenéis a mano un amigo teólogo (que no sea excesivamente ortodoxo) os enteraréis de un montón de cosillas interesantes.
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